En nuestro Centro se nos plantea la ventaja de que los momentos para el uso de la L2 surgen, en muchas ocasiones, de forma espontánea, pues más de la mitad del alumnado es de habla inglesa.
Una unidad didáctica no será desarrollada enteramente en la lengua extranjera. Se seleccionarán actividades de una U.D., no necesariamente las más fáciles. El uso de la L2 no debe ser una repetición del contenido en L1.
Buscar temas cercanos al niño, que conecten con otras áreas y que tengan relación con la cultura y la lengua inglesa.Por tanto, dentro de una U.D. debemos introducir hechos, autores y acontecimientos de la L2.
Introducir “Classroom language” en las áreas lingüísticas y no lingüísticas, de forma progresiva y coordinadas con el área de inglés.
Podemos tratar los siguientes contenidos:
Conceptuales: actividades repetitivas y de memorización.
Procedimentales: actividades experienciales y de repetición en la acción.
Actitudinales: ejemplos, observación e imitación(por ejemplo: organizar reuniones, asambleas o trabajos en grupo).
Contenidos léxicos en las áreas no lingüísticas:
Fórmulas y expresiones rutinarias.
Centros de interés y lenguaje de aula.
Lenguaje específico del aula.
Conceptos fonológicos: acento, ritmo, entonación y fonemas, en función de la situación de comunicación, prestando especial atención a los que no existen en la lengua materna.
Cuando los conceptos superen las competencias lingüísticas se utilizará la L2 para repasar lo aprendido, con el fin de mantener la progresión lingüística.
Tratar los contenidos de forma sistemática en contextos diferentes con el fin de garantizar que los nuevos conocimientos se integren en la memoria a largo plazo.
Buscar contenidos que comparen las dos culturas (celebraciones, unidades de medida, horarios de comida...).